Nunca nadie supo la verdad.


"Paren la vida me quiero bajar, si estoy a tiempo quiero saltar ...."

Tengo un gran nudo en la garganta, y no se quitarlo. Cuando llueve lo alimento de dulces, dulces bebidas espirituosas, dulces pétalos rosáceos, dulce humo de tabaco de liar. Cuando el sol da de lleno, este se calienta, se calienta hasta derretirse y por ende me achicharra. Esos son los peores días, cuando el nudo achicharra por que me impide hablar y solo siento dolor, un dolor que se deshace hasta unirse con miles de pequeños cristales.

Sinceramente no se a donde voy, voy dando tumbos, vueltas precisas que todos necesitan, todos menos yo. No se ni quien soy, ¿un espejo roto?,¿la mirada perdida de un gato?, ¿un grito de silencio en la noche? Sinceramente creo que fui y seré Humbert, Humbert persiguiendo ruidos inexistentes, Humbert esperando un viaje que nunca vendrá y ahora que tengo que volver al infierno se me erizan los pelos de punta (todavía recuerdo el año pasado, posiblemente el verano más atroz de mi vida). Aquél verano me marcó, me hizo daño hasta más no poder y todo se debe a las circunstancias, las circunstancias de estar siempre en las nubes creyendo que el discurso individual que nos vendían era el correcto (Bendita Ley del Asturiano), unas circunstancias que me obligaban a mal vivir con lo que tenia a mi alrededor, pero tuvo algo bueno, despertó algo en mí. Aquel verano comenzó a despertar mi instinto de supervivencia, la necesidad verdadera de amar y por ello, empero de, decidí que toda mi cruzada iría destinada a convertirme de un pequeño y dormido gusano en una gran mariposa, con las alas más fuertes del mundo, una mariposa imparable. Una mariposa que ayudara a los demás a tener las herramientas para activar ese instinto de supervivencia. El querer ser mariposa me hizo ver que si quería tejer mi propio capullo tendría que comenzar a evitar aquello que me hacia daño y lo que más daño me hacia era.... yo mismo.

Se que divago mucho, pero al final... todos somos locos en un mundo donde nos quieren atar.

Hace poco recordé algo muy muy importante de mis tiempos mozos, era el típico texto que encuentras en las agendas escolares y decía así:

Aprendí que quien no te busca no te extraña y quien no te extraña, no te quiere. Que la vida decide quién entra en tu vida, pero tú decides quien se queda. Que la verdad duele una sola vez y la mentira duele para siempre. Por eso valora a quien te valora, y no trates como prioridad a quien te trata como una opción. 
Hay un punto en tu vida en el que te das cuenta quién te importa, quién nunca importo, quién no importa más, y quién siempre importará. Después de algún tiempo aprenderás que compañía no siempre significa seguridad. Aprenderás que los besos no son contratos, ni regalos, y menos promesas.
Aprenderás que el sol quema si te expones demasiado. Aceptarás incluso que las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitarás perdonarlas… Aprenderás que hablar puede aliviar los dolores.
Aprenderás que lleva años construir la confianza y apenas unos segundos destruirla y que tu también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás para siempre.
Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, si estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian. Aprenderás que las amistades continúan creciendo a pesar de las distancias, y que los buenos amigos son la familia que tú elijes.
Descubrirás que muchas veces tomas a la ligera a las personas que más te importan y por eso siempre debemos decirle a esa persona que la queremos, porque nunca estaremos seguros de cuándo será la última vez que la veamos.
Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea tiene influencia sobre nosotros, pero que nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos.
Descubrirás que lleva mucho tiempo llegar a ser la persona que quieres ser, y que el tiempo es corto. Aprenderás que no importa donde llegaste, sino a donde te diriges y si no lo sabes, cualquier lugar sirve… Aprenderás que si no controlas tus actos, ellos te controlan a ti…
Aprenderás que el tiempo no es algo que puedes volver hacia atrás, por lo tanto debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores.
Aprenderás que con la misma severidad con que juzgas, también serás juzgado y en algunos momentos condenado… y que las personas que hoy te dan las espalda, mañana la vida los obligara a mirarte a los ojos.
"


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